Adiós a Lucho Mizar


Palabras de Hernando Socarrás durante el homenaje realizado en marzo de 2015 en Valledupar al poeta Luis Mizar, quien falleciera la semana pasada en Bogotá.

Escribir es otro río
con su andadura
visible
hacia el lugar.
Profunda compañía.

Saludo al poeta Luis Mizar, mi amigo y compañero en la palabra. Saludo a quienes han venido a compartir esta geometría de afecto y admiración por un creador incansable que hoy nos convoca alrededor de su inmenso saber poético.
Con Lucho, hemos ido moviendo el tiempo y la distancia, desde las calles de Cartagena de Indias hasta los patios y ventanas de Valledupar, donde compartimos sentencias y pensamientos que nos aconsejaron una buena condición para vivir.
Cesar Pavese escribió: “La poesía no es un sentido sino un estado, no un comprender sino un ser”.
Ser, en el tono pausado y sereno con el cual el poeta Luis Mizar ha tejido una a una, piedra a piedra, día a noche y noche a día, la palabra necesaria que reúne, que atestigua y que permite el misterio de la poesía y su relámpago imprescindible para nuestras anotaciones.
Saludo, querido poeta Mizar, en este merecido homenaje donde, como dijo Juan Ramón Jiménez, “La poesía es el encuentro después del hallazgo”.
Estás en tus poemas y en la actitud necesaria para comprobar que escribir es otro río.
Hace varias décadas iniciamos este camino tormentoso, a veces errado, que además de llevar el misterio de la palabra también lleva la memoria y el olvido necesario que nos permite rectificar.
Hemos manejado el asombro y sus caprichosas variantes.
El asombro íntimo, que hace vulnerable la soledad y su lugar.
Te digo, amigo poeta, que una mano es la sombra de la otra y es un refugio protector. Es una puerta; una ventana para compartir los colores del mundo.
Es la voz del ser hablante que escucha a otro y lo escribe para proponer el alcance necesario de su compañía.

Una mano y otra, como todas las que hoy están contigo, Luis Mizar, poeta y amigo, compañero en la palabra. Amigo y compañero en este inmenso oficio de vivir.